Puente y calzada romanos, Bienes de Interés Cultural
La localidad vallisoletana de Becilla de Valderaduey posee dos Bienes de Interés Cultural con categoría de Monumento y Zona Arqueológica: el puente y la calzada romanos. El consistorio insiste en que ambos deben ser adecentados y recuperados.
Gilberto Castañeda Rivera, arquitecto e historiador, autor del libro ‘Puente y calzada romanos de Becilla de Valderaduey’, presentó un primer proyecto de restauración y puesta en valor de ambos, que abarcaba, no solo el propio monumento –un arco simétrico de tres puentes y calzada elevada a ambos lados, con unos 200 metros a cada lado– sino de toda la zona ahora deteriorada.
«Encargamos unas catas arqueológicas y se hicieron en varios puntos de la calzada, y en uno de ellos, que estaba sin tocar, aparecieron restos del siglo I. Lo que quiere decir es que las últimas capas eran romanas».
Ambos monumentos han pasado desapercibidos para gran parte de la población «por encontrarse en Becilla de Valderaduey» pero no así por los expertos. Gilberto Castañeda recuerda que en la mayor obra sobre puentes y calzadas romanas, escrita por el italiano Vittorio Galeazzo «ya se documentan los dos monumentos de Becilla, cuya singularidad es la elevación de la calzada con arcos, y eso se hizo porque está dentro de una zona inundable. Coincide, además, que hay un descansadero de ganadería trashumante, que sigo funcionando hoy en día. Germán Delibes, en uno de sus libros, menciona ese descansadero en la prehistoria».
Parece claro que la calzada romana pertenece a la que iba de León a Simancas, «hasta cierto punto secundaria, y que coincide en su trazado con la Calzada Real Leonesa Occidental de la Edad Media, una de las cañadas principales. Eso sí, existen diferentes teorías sobre si formaba parte de la calzada principal, que era la que iba a Zaragoza pasando por Clunia hacia Astorga, y por la cual se trasladaba el oro que se obtenía en Las Médulas. El problema es que esta zona ha sido muy arada y trabajada, de tal forma que los restos se han destrozado, no permitiendo aclarar las distintas teorías».