Un municipo que cuenta con la iglesia más alta de España construida en tapial

El Real Monasterio de Santa Clara, un edificio que tiene la singularidad de ser el más alto de España, y el segundo de Europa, construido en tapial, es el monumento que mejor identifica a Villafrechós, un municipio que cuenta con todos los servicios para sus vecinos.

En mitad del pueblo, y a lo largo de 9.300 metros cuadrados, se levanta ese monasterio, hoy cerrado, que fue fundado como Palacio de los Reyes castellanos por María de Molina, cuyo nombre real era María Alfonso de Meneses, y adaptado para convento de Clarisas. Su iglesia fue levantada desde sus cimientos en 1543 Ana Girón de Velasco, hija de los condes de Urueña. El templo está construido en piedra, ladrillo y sobre todo tapial con algún aglutinante especial, que lo hace consistente.

FIESTAS Y VOTO DE LA VILLA

El Real Monasterio de Santa Clara no es la única excusa para visitar Villafrechós. Cada segundo jueves después de la Semana Santa, esta localidad, junto con Pozuelo de la Orden, se unen para celebrar el voto de villa, una fiesta por la que los vecinos de los dos pueblos siguen agradeciendo, después de casi mil años, el suceso que ocurrió cuando una peste que azotaba la zona desapareció milagrosamente cuando pasaron los restos de San Isidoro en su camino hacia León. Ese día, se organiza una comida popular y se juega con dinero a un juego denominado la ‘Banca’.

Además, en torno al 7 y 8 de septiembre, Villafrechós celebra las fiestas patronales de la Virgen de Cabo, y en ellas destaca la vaca enmaromada, una tradición que cuenta con al menos más de 200 años de antigüedad, y cuya base del festejo es el amarre de una cuerda ligera a una vaca que es sujetada por los participantes en el festejo, únicamente en supuesto de peligro. En los últimos tiempos, la tradición se ha visto ampliada con otros festejos como los toros del Cotillón y Rebujito, con miles de espectadores.

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