Nuevas sensaciones, nuevas posibilidades

La provincia de Valladolid ofrece todo su potencial en el llamado turismo ‘slow’, una forma de viajar diferente y segura, en la que lo importante para el viajero es vivir nuevas experiencias que le hagan sentirse protagonista de su propio viaje.

Partiendo del enoturismo de altísima calidad, la provincia vallisoletana ofrece al viajero nuevas sensaciones, nuevas posibilidades. Para ello, la provincia cuenta con cuatro rutas del Vino Certificadas: Ribera del Duero, Rueda, Cigales y Toro. Y sobre todo cuenta con algunas de las bodegas más exclusivas del panorama enológico español. Tradición y modernidad convergen y hacen de la provincia de Valladolid un referente nacional e internacional.

La enología ha abierto las puertas del enoturismo y del turismo de calidad en una provincia en la que todos los hoteles de 5 estrellas están ubicados fuera de la capital vallisoletana.

Y junto a los alojamientos de primer nivel, la alta gastronomía, basada en la amplia despensa vallisoletana y en la calidad de sus productos. Once restaurantes con estrellas Repsol; cinco restaurantes con estrella Michelín, de los que solo uno está en la capital y el resto en municipios de la provincia, dos de ellos, además, con la nueva estrella verde que reconoce a aquellos restaurantes que apuestan por la sostenibilidad y la reducción del impacto medioambiental. Son solo algunos ejemplos de la alta calidad de la gastronomía de la provincia de Valladolid.

SALUD

Pero hay más. Por ejemplo, la apuesta decidida por el turismo de salud, cada vez más importante en la provincia de Valladolid, con balnearios y spas en entornos únicos, como conventos y monasterios, reconvertidos para atender al viajero más exigente.

Experiencias diferentes que te permiten desde viajar en globo, pasear en bicicleta eléctrica, a caballo o en 4x4 entre viñedos e, incluso, disfrutar de un picnic también entre los majuelos.

NATURALEZA

Sin duda, el gran desconocido. La provincia de Valladolid es la más llana de España, lo que nos permite disfrutar de rutas de senderismo asequibles a todas las edades y a todos los perfiles, incluido el senderismo con niños.

Miles de caminos rurales para descubrir y disfrutar surcan toda la provincia, pero podemos centrarnos en algunas rutas especiales. Por ejemplo, en el entorno de la Reserva Natural de las Riberas de Castronuño, con el embalse de San José en el río Duero como hilo conductor, y que ofrece rutas de senderismo en torno al embalse, incluso rutas adaptadas para personas con discapacidad, al tiempo que disfrutamos de la flora y de infinidad de aves acuáticas.

O las rutas de Delibes, seis rutas de senderismo por la provincia recorriendo los itinerarios que el escrito sigue en otros tantos de sus libros dedicados a la caza, y que nos llevan hasta 33 municipios de la provincia, algunos fuera de las rutas turísticas tradicionales, al tiempo que conocemos la flora, la fauna y el lenguaje tan característico de la obra de Delibes.

Por otro lado, este año es Año Jacobeo y por la provincia de Valladolid transitan tres caminos a Santiago: el camino de Madrid, el camino de Levante y el camino del Suroeste, aunque estos dos convergen en seguida a su paso por la provincia.

Y desde la Diputación de Valladolid, en colaboración con las diferentes Asociaciones del Camino y con los ayuntamientos, han realizado en los últimos años un importante esfuerzo de señalización y mantenimiento del Camino, así como de mejora de los albergues de peregrinos.

Y todo sin olvidar la Guía de Senderos Homologados de la provincia, editada en colaboración con la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León, y que aporta toda la información sobre dichos senderos, así como consejos prácticos sobre cómo abordar su recorrido.