Una ciudad de Cultura

Salamanca, Patrimonio de la Humanidad desde 1988, es uno de los principales destinos turísticos de España y una de las ciudades de interior más valoradas por los visitantes. Durante 2019, la ciudad recibió 710.437 viajeros, según la Encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto Nacional de Estadística. Estas personas realizaron 1.178.641 pernoctaciones, un récord en la historia de la capital.

Salamanca es una ciudad contemporánea, universitaria y viva las 24 horas del día. Siempre está abierta, dispuesta a acoger al visitante y entregarle la riqueza de su patrimonio, su cultura, su ambiente joven y su gastronomía.

En un paseo por su escenario monumental son citas obligadas su Plaza Mayor, una de las más bellas y grandes de España y uno de los monumentos barrocos capitales del urbanismo y de la arquitectura peninsular; sus catedrales, que presiden el cielo salmantino; la Casa de las Conchas, uno de los palacios más populares de Salamanca y de las mejores muestras de la arquitectura gótica civil española. No hay que olvidar, el Edificio Histórico de la Universidad, joya del arte renacentista español; el puente romano, la Clerecía, el Convento de San Esteban o el Palacio de Anaya y las numerosas iglesias y conventos en los que merece la pena detenerse.

En este recorrido no te puedes perder la grandeza de Salamanca desde las torres de la Catedral Ieronimus y de la Clerecía Scala Coeli y desde el mirador del Convento de San Esteban; ni sus huellas arqueológicas que muestran el Cerro de San Vicente y el antiguo Pozo de Nieve, dos espacios únicos para conocer los orígenes de la ciudad; junto al Salmantica Sedes Antiqua Castrorum, un moderno centro que gira en torno a los restos descubiertos de la muralla prerromana.

La presencia de la Universidad, con 800 años a sus espaldas, y la propia historia de Salamanca han propiciado una intensa vida universitaria que la ha convertido en Ciudad del Conocimiento, Universal, abierta a las nuevas culturas y a la innovación.

Ciudad del cultura.

Salamanca no es sólo patrimonio sino también ciudad de Cultura. Una ciudad histórica y a su vez moderna y vanguardista, con una oferta cultural variada y de gran calidad.

Visitar sus museos y colecciones es una grata experiencia para todos. En ellos, además de pesos y medidas, radios con sonido propio, automóviles e historias de viajes, vidrios, esmaltes, criselefantinas o artilugios fantásticos donde bailan las sombras, está recogido todo el cuidado, respeto y cariño por inventos que fueron iconos de la modernidad y el progreso, y que han venido a convertirse en «máquinas con corazón». El Museo de Historia de la Automoción, el Museo del Comercio, la Casa Lis, el Palacio de Monterrey, la Monumenta Salmanticae..., la oferta museística es amplia y variada.

Y en este amplio abanico cultural, los veranos en Salamanca constituyen uno de los periodos más relevantes de la programación. Artes escénicas, música y otras disciplinas artísticas llenan de contenido los rincones y espacios más emblemáticos, donde patrimonio y cultura se entremezclan para el disfrute del espectador en la calle. La oferta cultural durante el periodo estival se reúne cada año en el programa ‘Salamanca, Plazas y Patios’, que llena de jazz, flamenco, conciertos de cámara, magia, rutas teatralizadas, teatro y cine, los espacios patrimoniales.

Su intensa vida cultural no sólo se puede sentir en los museos, teatros y en la calle sino también en los centros culturales y los cafés.

Todo ello acompañado de la gastronomía del más alto nivel, que la despensa salmantina ofrece como sus afamados productos ibéricos, sus vinos y aceites con Denominación de Origen, sus carnes de morucha y ternera charras; sin olvidar las legumbres, los quesos, los frutos o la miel, todos de la máxima calidad que han situado a Salamanca en lo más alto del escalafón culinario.

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