Volvemos a vernos

La provincia de Valladolid está preparada para volver a recibir a miles de viajeros dispuestos a compartir ilusiones y experiencias con la familia, con los amigos, en pareja….

Después de la crisis sanitaria es el momento de recuperar, poco a poco, la vida normal. La nueva realidad que, poco a poco, nos debe llevar a disfrutar de la vieja normalidad de siempre está favoreciendo que los viajeros estén buscando evitar grandes aglomeraciones y nuevas formas de ocio turístico, más vinculadas al turismo slow, a una una forma más sostenible de viajar que ofrece el tiempo necesario para vivir un turismo de experiencias, disfrutando de ellas con plenitud, conectando con las personas, la cultura, la gastronomía y el medio ambiente. Y es ahí donde la provincia de Valladolid aparece como un destino atractivo.

En estos momentos, volvemos a recordar que, cuando viajamos, todo es posible. Y lo es en la provincia vallisoletana cuando, por ejemplo, navegamos por Tierra de Campos, reviviendo ese sueño imposible de llevar hasta el mar la Tierra de Campos a través de esa senda fluvial que es el Canal de Castilla.

Ahora llega el momento de revivir la historia en más de una veintena de castillos visitables, que abren sus puertos para retornar a siglos atrás. Castillos como el de la Mota, en Medina del Campo, con su vinculación a la reina Católica; el de Torrelobatón y sus reminiscencias comuneras; el de Montealegre y su mirada poética que reflejó Jorge Guillén; el de Simancas, con su archivo Memoria de la Humanidad de la Unesco; el de Villafuerte de Esgueva, con su mirador sobre todo el valle;, el castillo encantado de Trigueros del Valle… o el de Fuensaldaña, el castillo de los castillos, que anima a recorrer todos ellos, siendo el punto de partida de varias rutas que el viajero puede recorrer y encontrar en el portal web de la Diputación de Valladolid a través del enlace http://www.provinciadevalladolid.com/es/descargas/folletos.

Y junto a los castillos, iglesias y monasterios, como el Monasterio de la Santa Espina; el Real Monasterio de Santa Clara en Tordesillas; el Monasterio de Santa María de Valbuena, en San Bernardo, sede de la Fundación las Edades del Hombre; el convento Museo de San Francisco, en Medina de Rioseco; las iglesias mozárabes de San Cebrián de Mazote y Wamba; o las ruinas del Monasterio de Matallana, convertido ahora en un Centro de Interpretación de la Naturaleza que hace el encanto de pequeños y mayores.

Las cosas de siempre

Este nuevo tiempo en el que nos encontramos ayuda también a que todos podamos volver la vista a esas cosas que creíamos olvidadas e intentar descifrar los secretos ocultos de las sencillas cosas de siempre.

Es el caso del pan, en una provincia como Valladolid que tiene el honor de contar con una marca de calidad para el pan tradicional de su provincia... y todo un museo dedicado a este producto esencial en cualquiera de nuestras mesas. Ubicado en Mayorga, en la antigua iglesia de San Juan, el Museo del Pan es un proyecto didáctico donde el visitante no solo contempla la historia del producto origen del mismo, sino que también asiste a una parte práctica que le permite descubrir por completo la esencia del museo y disfrutar de ese sensación única que es amasar nuestro propio pan.

Su visita comienza en la tercera planta, con un viaje sensorial descubriendo el mundo de los cereales; continúa en la segunda planta, donde el visitante conocerá el mundo del molinero y los diferentes tipos de molinos, desde los más sencillos y antiguos hasta los de la tecnología más moderna. En la planta primera se muestra un recorrido histórico sobre la fabricación del pan y en ella descubriremos el mundo de los hornos de pan y de los panes, mientras que en la planta baja se recorre el mundo cultural que ha ido conformando la cultura del pan: refranes, curiosidades científicas, la dieta y su valor nutritivo, la presencia del pan en la religión y sus manifestaciones. Presenciaremos la elaboración del pan en el obrador totalmente equipado para las dos producciones de pan fundamentales: el pan de flama y el pan candeal.

Y junto al pan, el vino. Porque la provincia de Valladolid es vino. Lo es a través de sus 5 denominaciones de Origen y los es a través de sus 4 Rutas del Vino Certificadas: Ribera del Duero, Rueda, Cigales y Toro, que ofrecen al viajero experiencias inolvidables que van desde viajes en globo a paseos a caballo, desde marchas entre viñedos a recorridos en jeep. Que ofrece un ciento de propuestas diferentes en un sinfín de bodegas visitables salpicadas por todo el territorio provincia.

Y que tiene en el Museo del Vino, ubicado en ese lugar emblemático que es el castillo de Peñafiel, el buque insignia del turismo provincial y uno de los más visitados de Castilla y León. Parte de su éxito se debe a la belleza y al valor cultural, tanto de su continente como de su contenido.

El castillo de Peñafiel comenzó a levantarse en el siglo X, aunque su aspecto actual es producto de las importantes intervenciones que tuvieron lugar durante los siglos XIV y XV. Esta fortaleza medieval fue declarada Monumento Nacional en 1917 y en la actualidad se ha convertido en todo un emblema para el enoturismo de la Ribera del Duero.

Peñafiel constituyó, junto con su castillo, un punto fundamental en la línea defensiva del Duero, tanto para cristianos como para musulmanes allá por los siglos IX y X. Desde el cerro, el castillo dominaba los valles de los ríos Duero, Duratón y Botijas, y protegía a la población. El Museo Provincial del Vino se instaló en el Castillo de Peñafiel en el año 1999 y desde ese momento recibe una media de 100.000 visitas al año, unos números que han convertido a esta fortaleza en ‘lugar de peregrinación’ para los amantes del turismo cultural y del enoturismo.

Una visita al Museo Provincial del Vino es un recorrido por la historia y la cultura del vino que acerca al turista las técnicas de producción y elaboración de alguno de los caldos más afamados del mundo. En la sala de catas es posible realizar una degustación guiada de diversos vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero, así como asistir a cursos y catas profesionales.

Para acceder al castillo se puede subir en coche particular. En algunas ocasiones, como son días festivos nacionales, puentes y fechas señaladas, el castillo pone un servicio de autocar gratuito en el aparcamiento que hay junto a la subida del mismo, siendo obligatorio dejar el coche en el parking. Dichos autocares funcionan durante el horario de apertura del museo y salen cada media hora, aproximadamente.

Pueblos que esconden sueños

El vino y el pan forman parte fundamental de la gastronomía provincial. Carnes, embutidos, quesos y otros lácteos, piñones, dulces, aceites, miel, verduras y hortalizas… todos ellos configuran una despensa única, amparada en muchos casos por la marca de calidad Alimentos de Valladolid, que engloba también a restauradores y comercio minorista, lo que facilita al viajero saber dónde disfrutar de la mejor gastronomía de la tierra o dónde comprar esos productos que nos identifican como territorio.

Todo ello lo va a encontrar el viajero recorriendo los 225 municipios y las 9 pedanías de la provincia de Valladolid. Una provincia llena de pueblos que esconden sueños… y casas y alojamientos rurales donde disfrutar de otra forma de viajar.

Pueblos donde, por ejemplo, disfrutar de ese libro que creíamos perdido y que seguro podremos encontrar en Urueña, uno de los Pueblos más Bonitos de España y, además, la primera Villa del libro de nuestro país, con una decena de librerías salpicadas dentro del recinto medieval amurallado que se asoma desde el balcón de los Montes Torozos a la Tierra de Campos.

Sueños, como el de disfrutar de la naturaleza en espacios como la Reserva Natural de las Riberas de Castronuño, donde rodeados de bosques de ribera, y en una zona de grandes praderas, podemos disfrutar de la contemplación de decenas de especies de aves o deambular por la Senda de los Almendros dejándonos embriagar por el permanente contraste de colores entre la ribera del Duero, los campos de cereal y los bosques de pinos y encinas.

Programa

Y para ayudar al viajero a soñar, la Diputación de Valladolid pone en marcha el programa ‘1500 Noches, 1500 Sueños’, para regalar 1500 pernoctaciones en el medio rural primando con una tercera noche gratis de estancia a aquellos viajeros que contraten estancias de dos noches en hoteles, casas o alojamientos rurales de la provincia.

En definitiva, una provincia llena de atractivos para que el viajero vuelva, de nuevo, a cercarse a disfrutar de arte, de cultura, de historia, de naturaleza… y tan solo a un paso. No en vano, la provincia de Valladolid está ubicada en el corazón de Castilla y León.

Una provincia y sus gentes, deseosa de recibir al viajero como se merece y mostrarle su alegría porque, tras el confinamiento, volvemos a vernos.

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