
Una gran oportunidad para disfrutar de la naturaleza
Tranquilidad y seguridad. Velilla del Río Carrión, en plena Montaña Palentina, ofrece ambas cosas a todos los turistas que quieran disfrutar de la naturaleza con plenas garantías durante todo el año, especialmente ahora en otoño.
Uno de los principales atractivos de Velilla es su entorno natural donde se encuentra, puerta de acceso a la Montaña Palentina. Presenta innumerables atractivos para aquellas personas que quieran disfrutar de la montaña y de todas las actividades relacionadas con la misma, con ejemplos como la Peña Lampa, las Lomas, el pico Murcia y el Espigüete –con 2.450 metros de altura–.
Además, este municipio palentino es el punto de partida de la llamada ‘Ruta de los Pantanos’, que une Velilla con Cervera de Pisuerga a lo largo de la carretera comarcal de montaña L-210, bordeando los contornos de los embalses de Compuerto, Camporredondo y Ruesga, a lo largo de los 54 kilómetros que conforman el recorrido.>
Los distintos entornos de los embalses son una de las mejores reservas ecológicas de la provincia, albergando una gran riqueza de avifauna acuática y terrestre. También ofrece la posibilidad de realizar diferentes actividades, tales como senderismo, cicloturismo, paseos a caballo, caza, pesca, piragüismo.
Cuando uno decide visitar Velilla tiene que tener claro los lugares que no debe pasar por alto. Uno de ellos es La Reana, un estanque rectangular de sillería, de cuyos muros arrancan tres arcos de piedra. Esta fuente presenta tres sugerencias, dándose en ella un fenómeno que consiste en el brote intermitente de sus aguas, manando y secándose a su antojo, identificándose con las Fontes Tamarici de los cántabros, y con una estrecha relación entre el fenómeno intermitente de la Reana y la descripción que hace Plinio el Viejo hacia el siglo I sobre las Fuentes Tamaricas en su Naturales Historia, libro nº XXXI.
Las ermitas de San Juan y la de Areños son también destinos obligados, así como la Casa del Tío Mateón, un palacio barroco del XVIII con fachada al sur de sillería y tres escudos heráldicos: Los Enríquez, en la espadaña que culmina la fachada, y los Valdepolo y Morgovexo en los laterales. Presenta además tres balconadas con enrejado de forja. Hoy es conocida como ‘La Casa del Tío Mateón’ o ‘Casa de los Zamoranos’.