
Peñaranda de Bracamonte: Cultura, arte y gastronomía
Peñaranda de Bracamonte es una de esas localidades que ha sabido apreciar su historia para mirar al futuro, que conjuga la tradición y la modernidad y que tiene mucho que ofrecer a un visitante ávido de cultura, de arte y de gastronomía. Conjunto Histórico por sus tres plazas porticadas y entrelazadas por sus soportales con columnas es cruce de caminos.
El arte llena el municipio. Muestra de ello es el Convento de las Madres Carmelitas Descalzas, que guarda en su interior la mejor colección de arte barroco italiano de toda la región; o la ermita del Humilladero, que cuenta con un trifonte, una obra singular y única en Castilla y León porque ser una imagen (la de la Santísima Trinidad) muy perseguida por la Inquisición. La iglesia de San Miguel pronto albergará un nuevo conjunto pictórico construido por el artista peñarandino Alejandro Mesonero, que ahora se encuentra en la Casa del Arte, «centro de visita obligada, donde tiene su destino la exposición de María Carrera compuesta por 81 obras de arte y que fue el origen de este espacio, y donde también está una exposición de maquetas de Peñaranda en miniatura realizadas por Germán Alfayate», explica la concejal de Turismo, Pilar García.
Si hablamos de cultura, el principal núcleo cultural de Peñaranda se encuentra en el Centro de Desarrollo Sociocultural Germán Sánchez Ruipérez, que alberga la biblioteca municipal, el zaguán con diferentes exposiciones y actividades culturales por las que siempre se ha caracterizado Peñaranda; sin olvidar el Teatro Cine Calderón, en cuyo exterior destacan cinco medallones con los bustos de Calderón de la Barca, Lope de Vega, Tirso de Molina y Leandro Fernández de Moratín; mientras que en su exterior llaman la atención pinturas en tela que representan las alegorías de la pintura, la escultura, la música y la poesía, así como su patio de butacas y su decoración con pan de oro. Entre sus puntos de interés destaca también su Plaza Nueva, la plaza de toros de La Florida o el monumento a la explosión del Polvorín.
Una visita completa a Peñaranda no se entiende sin su gastronomía, «con productos de alta calidad y una amplia oferta para todos los gustos», en la que destacan el tostón y el bacalao, o sus dulces.