
El Cerrato se hace más grande en otoño
Salen las setas y con ellas arrecia el aire y barruntan lluvias. Se trasiega el vino de los lagares entre saludos que saben a mosto rojo, a tradición y a pueblo. Y en las bodegas se asa, se come caliente, se bebe a sorbos cortos y se comparten fotos. Modernidad y tradición.
El otoño ya está aquí y hace que haya cosas y animales que se aletarguen. Como el lagarto ocelado bajo su piedra o como la X Feria del Queso y el Vino, prevista para el 1 de noviembre en Baltanás, aplazada a la espera de tiempos mejores. El Cerrato Palentino esconde maravillas que te hacen vivir por los cinco sentidos como los barrios de bodegas de los pueblos de la comarca, excavadas a pico y pala hace cientos de años, un lujo ancestral que está hoy al alcance de cualquiera.
El paisaje y las otras cosas que contemplar, unas de lo que es la tierra y otras de sus gentes y sus formas de vivir, son valiosas y especiales hasta el alborozo. Como cuando se descubre el Museo del Cerrato Castellano en Baltanás que, a propósito, este otoño cuenta con dos exposiciones excepcionales. Una, ‘Pop – Up’, de libros móviles y desplegables que con más 90 piezas muestra la historia de este arte. Y ‘Mensajes del Cosmos’, una exposición de 100 meteoritos, caídos en el planeta Tierra desde los confines del universo, que permanecerá expuesta hasta finales de noviembre. También este otoño se inaugurará la sala de proyecciones en 3D en la que se visualizarán los Barrios de Bodegas de la comarca.
Los atardeceres en el Cerrato son inigualables, y pueden contemplarse en cualquiera de las cinco rutas –a pie, en bici o en vehículo a motor–, recogidas por el Grupo de Acción Local ADRI Cerrato Palentino en una guía donde se indica, tanto el recorrido, como las especies más relevantes que observaremos en cada una de ellas.
Este otoño descubre un ‘Cerrato por Vacaciones’, con maravillas chiquititas como luceros en el firmamento. Iglesias de porte catedralicio, barrios de bodegas, rollos de justicia, fuentes, casas centenarias. El placer de visitar pueblos recónditos como Villaviudas, Hérmedes de Cerrato, Vertavillo, Valdecañas de Cerrato, Castrillo de Onielo, Antigüedad, Cevico Navero o tantos otro solo se paga con tiempo.Aquí, en el otoño, el Cerrato es más, mucho más.